El meta final de Zuckerberg está monetizando todo el comportamiento humano
Durante una demostración tecnológica en 2016, el CEO Mark Zuckerberg describió la realidad virtual como "la próxima gran plataforma informática", un espacio donde todas nuestras interacciones sociales se desarrollarán con nuevos niveles de presencia fÃsica gracias a los auriculares y controladores de movimiento. Como escribà en ese momento, esto solo podrÃa significar una cosa: Zuckerberg quiere construir entornos virtuales donde todo el comportamiento humano se pueda registrar, predecir y monetizar. En ese momento, la compañÃa me dijo que "no tenÃa planes actuales" para usar datos de movimiento fÃsico como los movimientos de la cabeza y los ojos como un medio para predecir el comportamiento y publicar anuncios. Desde entonces, ha hecho que iniciar sesión en Facebook sea un requisito obligatorio para los usuarios de sus auriculares Oculus, un requisito que recientemente se vio obligado a eliminar. Y a principios de este año, la compañÃa anunció su inevitable entrada en la publicidad basada en la realidad virtual, lo que provocó una reacción tan violenta que un desarrollador de Oculus abandonó por completo sus planes de anuncios de realidad virtual.
Si bien el cebo y el cambio es un movimiento familiar y nada sorprendente para la compañÃa anteriormente conocida como Facebook, el anuncio de Meta demuestra que no hay forma de detener los planes de Zuckerberg de extraer cada interacción humana en el mundo en busca de datos que luego puedan monetizarse. El cambio de marca se produce en un momento en que la compañÃa está bajo un intenso escrutinio por su papel en la difusión de desinformación y violencia en todo el mundo, revitalizado por las revelaciones de la denunciante Frances Haugin. Con Meta, es seguro asumir que los algoritmos predictivos en funcionamiento serán funcionalmente los mismos que su predecesor. Se recopilan datos sobre el comportamiento humano, que luego se utilizan para crear perfiles sobre los usuarios y priorizar automáticamente el contenido con el que es más probable que interactúen. El propio Facebook demostró la efectividad de esta manipulación con un experimento de "contagio emocional" que realizó en secreto a los usuarios en 2012, que mostró que cambiar el feed de un usuario para mostrar contenido positivo o negativo alteraba los tipos de contenido que probablemente publicarÃan.
Este tipo de manipulación algorÃtmica forma el modelo de negocio central de Facebook y otras innumerables aplicaciones y plataformas sociales. [...] Los investigadores han descubierto que este "empujón" algorÃtmico también es posible en espacios virtuales incorporados, donde la recopilación de datos Ãntimos sobre los movimientos del cuerpo fÃsico proporciona nuevas formas de influir en el comportamiento humano a gran escala. Empresas como RealEyes y Affectiva han comercializado inteligencia artificial que, según dicen, puede predecir las emociones humanas mediante el análisis del lenguaje corporal y las expresiones faciales, una afirmación que los expertos en inteligencia artificial cuestionan ferozmente, pero que de todos modos se implementa ampliamente. En un estudio notable, los investigadores determinaron que los avatares digitales controlados por IA se pueden usar en espacios virtuales para empujar a las personas a aceptar ciertos puntos de vista polÃticos. En otras palabras, Meta representa una inversión masiva en el mismo tipo de manipulación algorÃtmica por la que Facebook ha sido difamado repetidamente.
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